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Prodesal Chillán impulsa parcela demostrativa para pequeños agricultores

Día de campo en el sector Boyén evidenció aumento en un 30% en producción de forraje con variedad de ballica.

Un centenar de usuarios del programa Prodesal Chillán, junto a representantes de empresas colaboradoras, participaron en el sector de Boyén en una jornada de campo centrada en una parcela demostrativa de pradera en condiciones de secano. El objetivo fue presentar una nueva variedad de ballica anual de rápida emergencia, diseñada para mejorar la producción de forraje invernal y la palatabilidad (agrado) para el ganado.

La iniciativa, liderada por el equipo de Prodesal Chillán —dependiente de la Dirección de Desarrollo Económico y Productivo (Didepro)— contó con el apoyo de COPELEC, que aportó semillas y fertilizantes.

“El año pasado hicimos una parcela demostrativa con apoyo de la cooperativa eléctrica y los resultados fueron muy buenos. Este año quisimos repetir la experiencia en Boyén, con una pradera de secano, y nuevamente los resultados fueron súper buenos”, explicó Pablo Fierro, encargado del programa.

La jornada permitió mostrar a los agricultores cómo esta nueva variedad puede aumentar hasta en un 30% la producción de forraje.

“Esto permite incrementar la carga animal en el predio, lo que se traduce directamente en mayores ingresos para el rubro ganadero. Además, se probó una línea de fertilizantes orgánicos que favorece la adaptación climática de los sistemas productivos”, señaló Fredy Garrido, técnico del programa.

La parcela demostrativa forma parte del plan de trabajo de Prodesal Chillán, orientado a entregar herramientas concretas a pequeños y medianos productores.

En ese contexto, Renato Segura, director de Didepro, destacó otra experiencia emblemática. “Instalamos cuatro invernaderos israelitas, de los cuales tres están funcionando. Fue una propuesta del equipo de Prodesal. Con esto, demostramos que los pequeños agricultores pueden levantar proyectos grandes. Y que el valor de la tierra es, efectivamente, un valor”, afirmó.

La parcela de Boyén no solo sembró ballica: sembró confianza. En un escenario marcado por el cambio climático y los desafíos productivos, los pequeños agricultores de Chillán encontraron en esta demostración una alternativa concreta para fortalecer sus predios y sus comunidades.