Municipio implementa uso de videojuegos activos para personas mayores
El Centro Diurno Referencial, cuya ejecución está a cargo de Dideco, incorporó el uso de Ring Fit Adventure con equipamientos comprados con recursos propios del convenio.
“Cartas de Mujeres Coquimbanas”, del autor Joel Avilez, revela un nivel de pobreza posterior a la guerra al que Chile no estaba acostumbrado.
Desde la semana pasada, el libro “Cartas de Mujeres Coquimbanas”, del escritor e investigador Joel Avilez Leiva, está disponible para el público en la Biblioteca Pública N.º 526 Gonzalo Rojas Pizarro. La obra fue presentada recientemente en el Centro Cultural, en una jornada que reunió a lectores, vecinos y amantes de la literatura local.
El libro recoge documentación y registros fotográficos de aquellas cartas que algunas madres, esposas o hermanas de quienes perdieron la vida en la Guerra del Pacífico enviaron al Gobierno de Chile para solicitar los beneficios económicos prometidos a las familias de los militares fallecidos en combate.
“Es un retrato bien crudo de la guerra. En un Chile en armas y movilizado, todas las familias han enviado a alguien; muchos de ellos murieron. Entonces, al leer estas cartas, nos damos cuenta de la indefensión que sentían las familias. También vemos que muchas debían acudir a intermediarios para escribirlas, considerando que hablamos de una época en la que casi el 80 por ciento de la población era analfabeta”, relató el autor.
A través de los argumentos expuestos, es posible constatar las carencias y la crudeza de la vida en aquellos hogares que quedaron en esta situación, parte importante de una historia cuyos relatos rara vez incluyen el dolor y la pobreza posterior a la guerra.
“En Chile, el grueso de la población nunca había conocido estos niveles de miseria hasta antes de este evento. Pero, de alguna manera, al mostrar también cómo el resto de la gente y el Estado se portaron con estas personas, nos aclara muchos aspectos actuales de nuestra sociedad”, añadió.
El autor precisa que en las cartas no se nota resentimiento; por el contrario, se nota que tras ellas “hubo mujeres patriotas”.
No siempre hubo respuestas favorables.
En ocasiones, más de una familia buscó retribuciones por el mismo militar caído, y en otras no se pudo acreditar que se tratara de un deceso en combate, ya que casi el 70 % de los enrolados murieron por enfermedades, accidentes e incluso se registran casos de fiebre palúdica o mordeduras de serpientes, toda vez que el Ejército de Chile llegó hasta la zona de Las Amazonas, en Perú.
En muchos de estos escritos estuvo la mano de las pocas mujeres que sabían leer y escribir en aquellos años, pero que no dudaron en ayudar a las afectadas.
“Estas cartas se encuentran en el archivo de la Protectora de La Serena, y es un archivo inédito al que accedimos. La Protectora es una organización fundada en Santiago por doña Victoria Subercaseaux y por Delfina Cruz, esposa del presidente Aníbal Pinto, quienes lograron que el Estado diera vía libre y sin cobro de estampilla para enviar estas cartas, incluyendo aquellas entre familias y soldados. Se movieron más de 100 mil cartas durante la guerra”, acotó.
Los ejemplares están a disposición de los lectores en la biblioteca ubicada en el Centro Cultural Casa Gonzalo Rojas, en El Roble 1051.